Desde los primero días de este mes, en la ciudad francesa de Toulouse han instalado 15 de ellas en sus aceras.
Los peatones al pisar en estas losas, están ayudando a iluminar sus calles ya que toda la energía que los transeúntes generan al andar queda acumulada en estas baldosas y se transforma en electricidad para el alumbrado público.
De día las baldosas se cargan y de noche, esa energía alimenta las farolas leds de la ciudad.