28/11/2017

Eléctricos: Las materias primas ponen en peligro su expansión

En 2040, un 15% de los coches serán eléctricos según recientes estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, eso supone que habrá circulando unos 300 millones de estos vehículos. En 2025 serán ya 50 millones, mientras que en 2016 eran sólo dos. El boom del eléctrico hace plantearse a muchos analistas si habrá suficiente litio, cobalto o níquel para una rápida multiplicación en la producción de bateríasEl precio de algunas de estas materias como el cobalto, que se extrae fundamentalmente en la República Democrática del Congo, ya han subido un 190% en sólo 18 meses, según publicaba recientemente «The Financial Times».

Otro especialista en datos, la empresa Benchmark Mineral Intelligence, predice que la industria necesitará 30.000 toneladas adicionales de cobalto y 81.000 toneladas de litio por año para satisfacer la demanda para el 2021. Todas estas previsiones están empujando a las empresas mineras a aumentar sus explotaciones (lo cual puede representar problemas medioambientales); a los fabricantes a asegurarse de que cubrirán la creciente demanda; a los recicladores a una carrera por la recuperación, y a la investigación a buscar alternativas para disminuir el uso de materia prima o su sustitución por otras más habituales. Todo esto, mientras los gobiernos incentivan la compra de vehículos.

Prescindir del metal

«El litio supone un 5% del material total de una batería. No creo que vaya a haber un problema con las reservas. Siempre que una tecnología comienza a despuntar, ciertos lobbies generan alarmas», opina Arturo Pérez de Lucía, director gerente de Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico.

La duda no sólo tiene que ver con la cantidad de coches eléctricos, sino también con los modelos. Ciertos fabricantes de alta gama prometen vehículos más potentes, que necesitarán baterías grandes y que usarán, por tanto, más materiales y energía para moverlos.

Bajo sospecha

El boom de los eléctricos levanta sospechas, para algunos sólo en el lobby al que no le interesa que se desarrollen, para otros es el momento de vigilar para no cambiar una tecnología por otra y seguir teniendo los mismos problemas de emisiones.

Fuente: La razón.

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