06/05/2018

12 medicamentos (muy comunes) que te ponen en peligro al volante

Reducción de reflejos, sensación de inestabilidad, mareos, visión borrosa, dificultad de concentración… Los fármacos nos solo producen somnolencia

El 5% de los accidentes de tráfico en España está relacionado directamente con los medicamentos.

La frase se ha oído miles de veces en televisión (“Este medicamento puede producir somnolencia”), pero el aviso se queda muy corto. En la cara b de muchos fármacos se esconden problemas como reducción de reflejos, sensación de inestabilidad, mareos, visión borrosa, dificultad de concentración… Efectos adversos peligrosos y, peor aún, desconocidos por el 80% de los consumidores diarios de este tipo de medicamentos perjudiciales para la conducción.

No se trata de una realidad intangible: el 5% de los accidentes de tráfico están relacionados en España con el consumo de ciertas medicinas. Para reducir estos datos, la Confederación Nacional de Autoescuelas (Fundación CNAE), la Guardia Civil de Tráfico y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad han unido fuerzas con un doble objetivo: sensibilizar a los profesionales de la medicina y dar información a los automovilistas.

“Debemos formar e informar, nosotros tenemos contacto directo con los conductores y nuestra misión es concienciar a la población española del riesgo que supone ponerse al volante tras consumir determinados fármacos”, asegura Roberto Ramos, director de Formación de la Fundación CNAE, entidad que celebró la jornada Fármacos y conducción de vehículos.

En opinión de los expertos, la relación entre los medicamentos y los accidentes de tráfico se está intensificando. Así lo cree la jefa de Área de Prevención del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: “En la actualidad el consumo de fármacos ha aumentado debido, entre otros muchos motivos, a la automedicación, lo que incrementa el número de accidentes provocados por la ingesta de fármacos”. Y lo mismo ocurre con ciclistas y peatones. “El 25% de las personas que conducen toman medicamentos, sin tener en cuenta las personas que se automedican”, señala Beatriz de las Heras, profesora-doctora de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.

El 43% de las víctimas en carretera da positivo en alguna sustancia (alcohol, drogas o  psicofármacos), cifra que puede verse desde otra perspectiva. Según la Fundación CNAE, si ningún conductor se drogara, el cómputo total de víctimas en accidentes de tráfico en España se reduciría en 400 muertes al año. “Sabemos que muchos conductores desconocen los efectos de algunos fármacos en la conducción. Pedimos que se presentar un informe [relacionado con la medicación] a quien quiere renovar el permiso de conducir”.

Este año, la Guardia Civil tiene en previsión realizar alrededor de 4.700.000 pruebas de alcoholemia y 150.000 de droga. De momento, la prioridad es erradicar el consumo de alcohol y de sustancias estupefacientes entre los conductores, pero el teniente de la Guardia Civil Alfonso García, también presente en la jornada, adelantó que los controles de medicamentos se podrán en marcha dentro de unos años.

LOS EFECTOS ADVERSOS

“Separar medicamentos y enfermedad es algo complejo”, señala Roberto Ramos. “Si estamos tomando alguno es porque tenemos una dolencia o queremos paliar algún síntoma. Entonces, ¿qué es mejor? ¿Conducir con muchísimo dolor o bien tomar un medicamento y conducir bajo sus efectos? Hay que saber dónde está el punto de equilibrio porque conducir con dolor intenso no es el objetivo, ni mucho menos”, reflexiona el experto en seguridad vial.

Analgésicos, antidepresivos, antihistamínicos, antitusivos, cardiotónicos, relajantes musculares… Tanto los medicamentos indicados por el médico como los que se compran sin receta tienen una influencia directa en las capacidades para la conducción, y el primer paso para que la seguridad no se vea afectada es conocer sus efectos adversos*.

  • Hipnóticos (trastornos del sueño).Somnolencia, disminución de la atención y disminución de la capacidad de reacción.
     Ansiolíticos (ansiedad). Somnolencia, disminución de la atención y disminución de la capacidad de reacción.
     Antidepresivos. Nerviosismo, ansiedad, somnolencia, alteración de la coordinación, visión borrosa.
     Antigripales y anticatarrales. Somnolencia
     Analgésicos (dolor). Somnolencia, mareo, disminución de la atención y disminución de la capacidad de concentración.
     Antialérgicos. Somnolencia, visión borrosa (colirios).
     Antimigratosos (migrañas). Somnolencia, mareos, debilidad.
     Antipsicóticos (psicosis). Somnolencia, mareos, agitación, cansancio.
     Antiepilépticos. Somnolencia, mareos, visión borrosa, sensación de debilidad, fatiga.
     Antiparkinsonianos. Somnolencia, episodios repentinos de sueño, espasmos, visión borrosa, confusión.
     Fármacos para diabetes. Hipoglucemia (bajadas de azúcar).
     Antihistamínicos. Somnolencia, capacidad de reacción reducida.
    *Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

En el envase de los medicamentos que afectan a la conducción aparece un pictograma que sirve para identificarlos. El símbolo no prohíbe la conducción, pero advierte de que debe leerse el prospecto para conocer en detalle los efectos adversos.

UN CUIDADO ESPECIAL

Si no queda más remedio que conducir bajo los efectos de fármacos, el Ministerio de Sanidad recomienda prestar especial atención cuando se inicia el tratamiento o cuando se modifica la dosis. Asimismo, no está de más preguntar al médico por la posibilidad de tomar otro fármaco que afecte en menor medida a la conducción. Y una vez al volante, la Fundación CNAE aconseja reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad para contrarrestar un tiempo de reacción previsiblemente mayor.

Fuente: motor.elpais.com

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